La
fuerza prensil, valorada por medio de la dinamometría, es utilizada para
evaluar la mano y para caracterizar la fuerza muscular en general del miembro
superior. En diferentes estudios también se ha utilizado la determinación de
fuerza prensil para evaluar la función de la extremidad superior. La
dinamometría es un índice objetivo de la integridad funcional de la mano.
A medida que la edad
aumenta, la fuerza muscular decrece debido a múltiples factores, como la
disminución del número y tamaño de las fibras musculares, la disminución del
control motor, procesos propios de involución, entre otros.
Acerca de la linealidad con
la que la fuerza disminuye con la edad, Stafilas encontró que la disminución
era lineal, en cambio, Haarkönen concluyó que los valores según la edad no son
lineales. Se debe tener presente que las propiedades mecánicas de los tendones
no se alteran con la edad en ausencia de enfermedades sistémicas.
Se ha observado que tanto en
hombres como en mujeres, la fuerza de puño comienza a disminuir lentamente en
la medida en que la edad avanza, obteniéndose un peak de mayor fuerza
entre los 30 y los 50 años, para algunos autores a los 35 años, para luego
disminuir gradualmente.
Este comportamiento es
similar entre hombres y mujeres y los factores causales de la disminución de la
fuerza difieren entre ambos sexos. En los hombres esta disminución se debe a
una gradual pérdida de la capacidad física y a un aumento del sedentarismo, con
los subsiguientes cambios en las fibras musculares. En cambio, en las mujeres,
son más determinantes los parámetros antropométricos (altura y peso), el
sedentarismo y los cambios hormonales.
Es importante considerar en
el estudio las variables antropométricas dado que variables como la
circunferencia del antebrazo, tamaño de la mano, altura y peso han demostrado
una correlación positiva con la fuerza prensil. Mientras que variables como la
ocupación, índice de masa corporal o mano dominante no han mostrado un
correlación positiva significativa.
Para los sujetos de 20 a 55
años, rango etario en el que se encontraría la muestra del presente estudio: La
fuerza de prensión de puño varía en función del rango. Como se mencionó
anteriormente, en la medida en que aumenta la edad, la fuerza muscular asciende
hasta un peak para luego decrecer. Se ha descrito que las mujeres
presentan valores medios más bajos que los hombres en todos los
rangos etarios.
En la evaluación de la
funcionalidad de la mano es imprescindible la medición objetiva de la fuerza de
prensión. Esta permite obtener valores que se pueden utilizar para determinar
el resultado de un manejo médico ortopédico o quirúrgico de la patología de la
mano o el resultado de los tratamientos de rehabilitación.
Igualmente puede ser
utilizado para valorar el resultado de tratamientos o técnicas osteopáticas o
manipulativas y sus efectos en patología del cuadrante superior.
La evaluación de la fuerza
de prensión se realiza comúnmente mediante la dinamometría, la cual puede
medirse con un dinamómetro hidráulico o digital. El dinamómetro es un
instrumento de fácil manejo y práctico que permite establecer valores con
exactitud. La forma más común de evaluación es la dinamometría hidráulica, la
cual se mide con el dinamómetro hidráulico (siendo el más extendido el Jamar).
Este es un procedimiento fiable, fácil de realizar y reproducible.
La dinamometría mide la
fuerza de los músculos en algún segmento corporal. La fuerza de un músculo es
la capacidad de producir su máxima tensión, lo que guarda relación con el área
de sección transversal de sus fibras y también con la excursión de ellas. La
fuerza de prensión puede definirse como la capacidad cuantificable para ejercer
una presión con la mano y con los dedos, y que puede ser medida en valores
absolutos (libras o kilogramos) por el uso de un dinamómetro homologado, como
es nuestro caso. Este instrumento mide la fuerza isométrica y presenta cinco
posiciones distintas para el agarre. Su uso es apropiado, ya que es el propio
sujeto el que controla su fuerza.
Técnica de medición recomendad
es la que se describe a continuación, según la Asociación Americana de
Terapeutas de la Mano:
-Sujeto en bipedestación y
confortable.
-Hombros aducidos y sin
rotaciones.
-Brazo y codo pegados al
tronco.
-Codo en flexión de 90º.
-Antebrazo en posición neutra.
-Muñeca en posición neutra
(en extensión entre 0-30º y con una desviación cubital 0-15º).
La manilla del dinamómetro
tomada con garra cilíndrica por parte del paciente con la pantalla del
indicador digital mirando hacia el evaluador en posición II.
Con respecto a la posición
del dinamómetro a ocupar en las mediciones existen diversas investigaciones.
Haarkönen obtuvo como resultado que la mayor fuerza se realiza en la posición
III, con excepción de las mujeres mayores de 50 años. Y comprobó que el tamaño
de la mano no afecta significativamente tanto en la fuerza de la mano, como en
la posición del dinamómetro que se debe ocupar. La Asociación Americana de
Terapeutas de la Mano recomienda la posición II para la medición de la fuerza
máxima. Esta posición es el criterio recomendado para estudios donde se busca
obtener datos normativos (Boadella y
cols. 2005). Firrel realizó un estudio que apoya el uso de la posición
II. Él estudió a 288 sujetos y encontró que el 89% de ellos realizaron mayor
fuerza en posición II, y sólo el 8% en posición III. Además él no vio una
relación evidente entre mayor fuerza, el peso corporal o el tamaño de la mano.
El dinamómetro debe
sostenido suavemente por el evaluador. Se le explicará al paciente que debe
realizar una empuñadura con la máxima fuerza posible mediante un impulso rápido
pero continuado hasta alcanzar la máxima potencia. Se debe realizar una
demostración previa por parte del evaluador.
Para el uso en investigación
se deben realizar tras medidas sucesivas para cada mano, esperando al menos 60
segundos entre dos mediciones sucesivas para la misma mano a fin de evitar la
fatiga muscular.
Como siempre un placer
compartir. Saludos.
cual es la fuerza prensil deacuerdo a los criterios nacionales o mundiales?
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